¿Le gustaría cambiar un aspecto sencillo de su lenguaje pero que tenga un gran impacto psicológico comprobado sobre su motivación?
Practique la diferencia entre «tengo que» ó «debo de» a «quiero».
La obligación tiene un efecto diferente a la voluntad y esa sensación puede ser cambiada cambiando nuestro lenguaje, útil tanto para nuestro diálogo interno, como para cuando establecemos metas y le enseñamos a otras personas a comprometerse con las mismas, esto sin cambiar la meta, sino el lenguaje.
Ejercicio.
Le proponemos un ejercicio para que lo experimente.
Con una «Escala motivacional» de 0 a 10, donde 0 es ausencia total de motivación y 10 totalmente motivado, puntúe conscientemente cada una de las oraciones:
Usted ha deseado tomarse el Lunes libre ya se aporque ha trabajado mucho últimamente o se siente enfermo, entonces:
Dígase a sí mismo «Debería poder tomarme el lunes libre». Observe la sensación de motivación y califíquela de 0 a 10.
Luego haga una prueba para: «Tengo que tomarme el lunes libre». Observe la sensación de motivación y califique de 0 a 10.
Dígase a sí mismo «Necesito tomarme el lunes libre». Observe la sensación de motivación y califíquela de 0 a 10.
Dígase a sí mismo «Voy a tomarme el lunes libre». Observe la sensación de motivación y califíquela de 0 a 10.
Luego haga una prueba para: «Quiero tomarme el lunes libre». Fíjate en el sentimiento motivacional y califícalo de 0 a 10.
Resultados.
Lo primero que debe notar sin importar aún cuál ganó para usted, es que sólo el hecho de cambiar el lenguaje se crea un estado motivacional diferente y esto podemos aprender a usarlo a favor con nosotros o con nuestros clientes o colaboradores (coaching, recursos humanos, docencia, psicología, etc.).
Ahora para la mayoría de las personas según avanzan en los ejemplos sienten un estado motivacional mayor, y el «Quiero tomarme el lunes libre» en promedio es el ganador.
Ciencia.
Esta estrategia tiene mucho fundamento científico, empezando porque la autonomía es uno de los mayores motivadores (E. Deci & R. Ryan, 2002). Analicemos:
El «debo», «tengo que», tienen entonación controladora o exigencia. En cambio el «quiero» nace más de sí mismo, una pequeña diferencia psicológica que hace la diferencia en nuestro estado motivacional.
Por lo tanto cuando establezcas metas, te recuerdes lo que debes hacer, incluso como lenguaje de equipo, usa el «quiero» o «queremos».
Sí es cierto hay cosas que deben ser hechas si te has comprometido con algo y no todas son placenteras, sin embargo si son deberes y responsabilidades que te has impuesto por el beneficio que supone lograrlo, viene de ti, por lo que es algo que «quieres» lograr y puedes cambiar el lenguaje.
Ahora imagínate dominando esta estrategia psicológica y que para toda meta, responsabilidad que venga de tu decisión, diálogo interno uses este lenguaje, la acumulación de un lenguaje positivo es lo que realmente genera el impacto positivo en tu motivación y energía.
Y cómo siempre digo, ahora depende de ti si aprovechas el conocimiento científico, hay personas que tienen oro y lo valoran, otras igual lo tienen pero no lo valoran; es sólo en la práctica que descubres el valor de la información.
