El tip 1 fue:
Cambiar de entorno anivel de perspectiva.
Por favor mira la lección anterior, se trata de buscar entornos donde tu crcunstancia actual fuera una ventaja, esto re-significa.
Tip 2: Cambiar de entorno físico.
La lección pasada se trataba de cambiar el entorno desde nuestra perspectiva, ahora te proponemos hacer lo mismo físicamente.
¿Alguna vez te fuiste a un retiro en tu colegio, iglesia, etc? Viste cómo muchas personas se sensibilizaban, pues bien una de las cosas que ayuda mucho es el cambio de entorno físico, salirnos de donde estamos al menos por un tiempo.
Quizá no lo sepas pero cuando vivimos emociones positivas incluso somos más flexibles a nivel mental y hay ambientes cuyos estímulos amplian nuestra perpectiva de vida.
No hablo sólo de irse de vacaciones, principalmente de:
- Ir algún día a hacer voluntariado.
- Repartir comida a personas necesitadas en la calle durante 1 noche.
- Incluso involucrarte en entornos físicos más exigentes que el actual.
- Unirte a un nuevo grupo de personas para alguna actividad.
Esto me comentan algunas personas después de este ejericio en mis procesos de coaching ejecutivo:
-«Me di cuenta de lo afortunado que soy».
– «Simplemente estaba ahogado por mi ambiente».
– «Debo seguir haciendo este tipo de cosas».
– «Me asusté mucho, quería devolverme pero la misma exigencia me enseñó que puedo ir más allá».
¿Qué tal?
Y eso se logra sin lidiar directamente con los pensamientos de las personas a nivel psicológico, sino que ahí el psicólogo es de alguna manera el cambio de entorno físico que con estímulos diferentes, brinda exigencias, experiencias y emociones diferentes que simplemente pueden ampliar la perspectiva de las personas.
Por supuesto no se trata de cambiar a cualquier entorno físico, hay que diseñar un entorno que nos amplíe la perspectiva que necesitamos.
Y no tiene que ser perfecto, sólo tiene que ser mejor.
Atrévete a cosas diferentes cuando algo te este agobiando, si tan sólo fuéramos más conscientes de lo amplío de este mundo, de la cantidad de opciones que tenemos, de todo lo que podría estar disponible sin aferrarnos a una circunstancia, emoción e incluso persona donde no nos sentimos bien, seríamos mucho menos permisivos con aceptar algo que nos hace sufrir.