¿Catcher de fortalezas o debilidades?

¿Conoces casos en los que un empleado que daba lo mejor de sí, ha disminuido su aporte?

Son diversos los motivos por lo que esto puede suceder sin embargo, quiero exponer el caso específico y muy frecuente donde el mismo líder, supervisor o gerente es el encargado de restar energía a la fuerza productiva sin darse cuenta.

En el afán de lograr los resultados y el funcionamiento de una empresa, se suele «abrir los ojos» para identificar aquello que no está bien, y desde ahí se corrigen los malos comportamientos, se les dice a las personas qué no hacer, se les recuerdan  los límites y se dirigen fuerzas y recursos totales a estos puntos. No es que éstas cosas deban pasarse por alto, pero el punto clave está en que si juzgamos a las personas comenzando por analizar los puntos negativos antes que los positivos, nos convertimos en «catchers de debilidades». Por lo que no es de extrañarse que restemos fuerza y energía al personal.

La idea indispensable de entender hoy es: La persona no tiene éxito corrigiendo sus debilidades.

El éxito de las personas radica en estimular sus fortalezas. Dirigir los recursos y «abrir los ojos» para ser catcher de fortalezas, es la habilidad de un líder que identifica y ayuda a las personas a dar un paso más allá en sus fortalezas.