Hoy nos permitimos compartir nuestra más fiel convicción sobre la psicología y el comportamiento humano:
«Lo que parece ser un problema de las personas, lo es generalmente de las circunstancias»
Se lo explico con un ejemplo.
Si hoy usted está consternado por el comportamiento actual de su hijo o de un empleado, podemos recriminarle y castigarle para cambiarle como persona, pero la actitud de esa persona podría ser totalmente diferente si estuviera en nuestras posibilidades cambiarle de vecindario o departamento.
La buena noticia que le puedo dar al respecto según mi experiencia es que es más fácil cambiar aspectos de circunstancias que de personalidad, y esto puede jugar a su favor.
La estructura o configuración de las circunstancias generalmente es un buen predictor de nuestro comportamiento. Por ejemplo donde hay normas muy estrictas y autoritarias que irrespetan la individualidad, podemos esperar tarde o temprano rebelión, donde hay escasez podemos esperar conflicto, donde hay barreras de comunicación por distancia u horarios, podemos esperar mal entendidos, y así he visto cientos de ejemplos donde podemos pensar que las personas son el problema, pero en realidad el mayor impulsor es el contexto, mismo que puede jugar en contra pero también a favor.
No cabe la menor duda que hay personas que se convierten en excepción y tienen la capacidad de poder seguir motivados a pesar de que sus trabajos no les brinda seguridad, oportunidades de crecimiento, etc. Estas personas dominan las circunstancias a tal punto que son ellas mismas quienes deciden cambiarlas, como decir «este trabajo no cumple mis expectativas, comienzo un plan para cambiar».
Considerando que cambiar las circunstancias puede ser menos difícil e inmediato, le comento sobre la estrategia que más nos ha funcionado para crear ambientes donde las personas encuentren mayor felicidad con lo que hacen.
Lo primero que revisaríamos en una organización o familia que necesita mejorar sus «resultados» es el:
Soporte que se le da a la autonomía (Un aspecto de las circunstancias)
Caso contrario es cuando la autoridad y reglas impiden a las personas ser ellos y tomar sus decisiones, lo que con el tiempo va causando insatisfacción, quejas, roces, evitación e incluso el conflicto.
Aquí es el momento que usted como padre o jefe reflexione si brinda soporte a la autonomía.
¿Las personas pueden decidir por sí mismas para obtener un resultado?
– Esto quiere decir que no tienen que estar esperando su presencia para proceder con un cliente de forma diferente cuando el objetivo es el mismo: La satisfacción en el servicio.
– Esto quiere decir que su hijo puede organizar sus tiempos y métodos de estudio sin ser impuestos siempre por usted.
Lo anterior son 2 casos donde se brinda la autonomía, pero ahora déjeme advertirle el error más frecuente y es quedarse hasta ahí, pues lo que es funcional no es solamente dar autonomía, sino además: soportarla.
Es decir que usted no va a dejar solo a la persona, que si la persona se equivoca usted va a corregir y permitir un accionar más correcto, sin renunciar al hecho de que la persona actúe con esa libertad.
En otras palabras la estrategia se basa en permitir que su hijo o sus colaboradores tomen decisiones, escojan, tengan menos presión de autoridad encima y puedan tener iniciativa.
Lo anterior es cambiar la configuración bajo la cual las personas realizan sus tareas e interactúan con otras personas.
Ahora usted tiene una tarea que le dará grandes resultados, 10 minutos que pueden beneficiarle enormemente al analizar en ese tiempo ¿qué cambios de configuración en el contexto puede modificar para obtener mejores resultados?
Estoy muy agradecida por esta valiosa aportación, me gustó el análisis, claramente existe un fundamento para llegar a estas conclusiones, me han hecho analizar un poco más sobre esto y pienso que aún hay cosas pendientes en mi empresa.
Me parece que la medición del clima laboral es de mucha ayuda para las empresas y organizaciones para generar planes de mejora en sus procesos internos.
Estoy infinitamente agradecida con el autor Saludos.
!Estamos para aportarle Pilar!
Respondiendo a pregunta de seguidora:
tengo una empresa familiar, siento que estoy perdiendo el rumbo y tengo miedo que mis hijos también ¿cómo puedo ayudarlos?.
—————-
Respuesta:
Bien, me gustaría comentarle del principal error que un padre puede cometer, así como un jefe, psicólogo o coachee cuando deseamos guiar a otras personas.
Es el aspecto de por ser las personas que debemos guiar, tener una guía excesiva que muy pocas veces las personas se dan cuenta sino cuando se llevan la sorpresa que el hijo abandona el hojas prematuramente o el empleado se nos va, es el anular a la persona por nuestro deseo de que lleguen a ser lo que deseamos que sean.
Tanto el trabajo de un padre como de un psicólogo es como el de un pastor del rebaño, que está para guiar más no dar los pasos que ellos deben dar, en otras palabras lo más importante es permitirle a las personas descubrir por sí mismas, pero con su guía. Es permitirles riesgos, decisiones sin que usted les esté diciendo cuales son las mejores, pero esto no significa que usted los abandone, en general nosotros le llamamos brindarles y soportar la autonomía.
Cuando nuestros hijos han aprendido a tomar decisiones en lugar de “obediencia ciega”, ellos tendrán un faro que guie sus decisiones a pesar de que usted no esté con ellos.
Brindar la autonomía es cambiar del paradigma de “esto es lo que quiero que hagas y así deberías hacerlo” a “este es el resultado esperado, la forma en cómo lo logres depende de tus decisiones”.
Muchas gracias por la confianza y espero aportar.